Desnuda
y limpia,
escueta
y precisa,
íntima
y veraz,
profunda
y sentida.
Sosegada
y colérica,
piadosa
y cruel,
heróica
y cobarde,
vesánica
y cuerda,
bella
e inmunda.
Infinita
e ínfima,
caduca
y eterna,
realidad
y fantasía,
espíritu
y materia,
cima
y sima.
Luz
y tiniebla,
hiel
y manjar,
hez
y perfume,
pedernal
y pluma,
estruendo
y melodía.
Amor
y odio,
nostalgia
y anhelo,
sueño
y vigilia,
risa
y llanto,
pasión
y gozo.
Toda
la muerte,
toda
la vida.
Palabra
y ritmo
en
carne viva.